La técnica consiste en perfilar el dibujo sobre el barro con una mezcla de aceite de oliva y manganeso. El efecto del aceite sobre el esmalte, de base acuosa, hará que los colores queden delimitados dentro de la línea grasa, evitando que se mezclen y generando una superficie con relieve.

La llamada Cuerda Seca fue originalmente un intento de reproducir intrincados alicatados de azulejos sin su costosa y compleja ejecución.

El pincel sustituyó a los instrumentos utilizados para tallar los numerosos y irregulares azulejos, y permitió añadir motivos figurativos de tradición gótica cristiana a las composiciones islámicas de estrellas y cintas, utilizadas también para decorar vajillas de cerámica.

La forma cuadrada del revestimiento también facilitó su colocación, y el revestimiento rectangular con bandas de soporte permitió su uso en el techo.

Los temas ornamentales son básicamente mudéjares de mediados del siglo XV.